La Técnica de Alineamiento Coital mejora la coordinación sexual entre las parejas pues su principal objetivo es alcanzar el máximo placer juntos. Todo se trata de disfrutar “en sintonía”, te explicamos cómo lograrlo.
Para las mujeres, la técnica de alineamiento coital (TAC) es posiblemente la mejor adaptación de la postura del misionero, ya que contradice la idea de que el sexo signifique empezar automáticamente con la penetración. La TAC requiere mucha paciencia y práctica pues implica un reajuste filosófico y un acercamiento al sexo más gradual, relajado y quizá más femenino.
Básicamente, esta técnica consiste en que la base del pene y el hueso pélvico del hombre estimulen el clítoris de la mujer de manera que reciba una estimulación constante. Es necesario realizar movimientos pequeños y sutiles, así como mantener un contacto total de los cuerpos, prestando especial atención al montículo pélvico y el clítoris.
A continuación te describimos paso a paso esta técnica orgásmica , según se explica en el libro Sexo de Laura Berman .
1.- Conexión pélvica
Recuéstate en la posición habitual del misionero , pero pide a tu pareja que levante la pelvis por encima de tu cuerpo para penetrarte. La base del pene y el hueso pélvico deben presionar tu clítoris y él debe penetrarte profundamente. Mantén un contacto pélvico constante con un suave movimiento de balanceo, en lugar de empujar. Para entrar en un patrón rítmico cómodo, pasa las piernas en torno a su cintura para que ambos se muevan en perfecta armonía.
2.- Mantener la presión
El principal objetivo es que tu pareja mantenga una presión constante mientras se frota contra el área comprendida entre el pubis y la abertura vaginal. Con un poco de práctica, pronto tomarán su ritmo y serán incapaces de decir dónde termina uno y comienza el otro.
3.- Mejorar la postura
Puedes mejorar esta postura contrayendo los músculos del suelo pélvico para aumentar la fricción en el punto G y presionando con más fuerza en la vagina el pene de tu pareja . Para aumentar la experiencia sexual entre ambos, pide a tu hombre que se balancee en distintas direcciones, primero a la izquierda, después a la derecha y una vez más a la izquierda.
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