Bondage, juego de dominación: guía para principiantes
¿Te gustó el juego de sumisión de "50 sombras de Grey"? Aprende más sobre esta práctica sexual de sumisión y atrévete a probarla
Si leíste 50 shades of Grey seguramente una de tus nuevas fantasías sexuales incluya el bondage.
El bondage es una práctica de dominación que consiste en acordonar a una persona –vestida o desnuda- de forma erótica. Estas ataduras pueden ser en una parte del cuerpo o en el cuerpo entero. Este tipo de práctica es considerada estética y erótica; forma parte del repertorio sexual sadomasoquistas. De hecho, forma parte del término BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión y Sadismo y Masoquismo), aficiones sexuales no convencionales, pero populares en un gran número de la población a nivel mundial.
El bondage no es una práctica nueva, aunque cada vez está cobrando más popularidad. En Japón se le conoce como shibari y forma parte de una larga tradición.
La razón por la que el bondage es una de las prácticas más eróticas se debe a que es perfectamente normal sentir curiosidad por la esclavitud. Quedar en manos de otra persona y no saber qué es lo que pasará después resulta muy erótico para algunas personas.
El rol dominante lo puede llevar el hombre o la mujer. Si tú y tu pareja quieren experimentar esta práctica deberán llegar a algún tipo de acuerdo para decidir quién es el dominado y quién el dominador.
En primer lugar, es importante establecer una relación extremadamente honesta y de confianza con su pareja antes de comenzar. Si a tu pareja no le parece la idea de realizar este tipo de juego sexual no lo obligues, pues puede ser desagradable e incómodo para ambos.
Aprende más sobre esta práctica
La comunicación es muy importante. Antes de practicar bondage habla con tu pareja y conversen al respecto sobre el tema, lo que les excita y cuáles son sus fantasías sexuales. Establezcan una palabra de seguridad, algo fácil de recordar y que sea poco común en una conversación. Asegúrate de que ambos conozcan la palabra, para que en caso que se diga, el juego pare.
Elige tus herramientas. Las parejas que practican bondage usualmente cuentan con sogas o cuerdas especiales para esta actividad, las cuales pueden adquirir por internet o en tiendas eróticas. Si es la primera vez pueden usar esposas de peluche o bien listones de tela.
Sobriedad. Es muy importante que si van a practicar esta actividad tanto tú como tu pareja estén sobrios. Sabemos que el alcohol quita las inhibiciones sexuales, pero este tipo de práctica debe realizarse con seriedad y siempre con todos los sentidos alertas.
Contacto físico. Las nalgadas, los jalones de melena y las cachetadas son parte del juego del bondage y la dominación. Algunas parejas utilizan hielos, pinzas para los pezones o fuetes. Tú y tu pareja tienen que decidir qué utilizar y que no.
Lenguaje. Este tipo de práctica no es romántica, por lo que las palabras “sucias”, eróticas y altisonantes son parte del juego. Platiquen antes de empezar cuáles son las palabras que los excitan y cuáles no.
El bondage es una actividad con una carga altamente psicológica, por lo que es importante que después de la sesión se abracen y se besen para que ambos se sientan queridos y relajados, y no se sientan mal física ni emocionalmente luego de haber recibido nalgadas o alguna mala palabra. Platiquen sobre su experiencia: qué sí y qué no les gustó, qué mejorarían o si lo quieren volver a intentar.
Sin duda el bondage es una práctica sexual para personas arriesgadas que gustan de emociones fuertes y sensuales, pero también es para parejas que sienten una complicidad, intimidad y confianza absoluta por el otro. Si no sientes seguridad y confianza con tu pareja, no lo practiques.
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